*Ayer nos dijiste adiós, ayer nuestro Ser Superior te llamó a su encuentro. Hoy ya estarás en su regazo al igual que con tus seres queridos, en especial, con tu mami, quien seguramente te abrazará como cuando eras niño. Su niño.
*Pero en este mundo terrenal has dejado a muchos sumidos en la tristeza y el dolor de saber que ya no te volverán a ver. Tus adoradas y pequeñas hijas aún no entienden que ha sucedido; el tiempo se encargará de mostrarles la cruel realidad. Marisol, tu esposa, desolada sin tu presencia.
*¿Qué decir de tu hermana, tus tías y primas? No caben del dolor que les ha causado tu partida; esta partida tan repentina y hasta cierto punto, absurda.
*Te conocí siendo un adolescente atolondrado, inquieto, pero siempre, siempre, muy respetuoso y servicial.
*Eran aquellos hermosos tiempos en los que como adolescente tenias grandes planes, inquietudes y anhelos. Lo recuerdo como si fuese ayer, cuando tu tía Marisol te llevaba a la escuela donde trabajábamos y desde entonces siempre traías una sonrisa en tus labios, sonrisa que te acompañó hasta el último día de tu vida.
*Pasó el tiempo, y quien nos iba a decir que nos volveríamos a encontrar en el camino de la vida. Ahora, como compañeros de oficina de la Delegación Regional de Veracruz de la SEV, donde laborabas en el turno matutino, porque como en tus sueños de adolescente, siempre quisiste trabajar para prosperar en esta vida, y por ello, por las tardes también acudías a la ESTI N* 1, para terminar tu jornada laboral ya entrada la noche.
*En la Delegación de la SEV eras el primero en llegar (antes de las 7 am), y minutos más tarde yo lo hacía; para entonces ya estabas apostado en tu asiento frente a tu escritorio con la computadora prendida e informándote de todo lo acontecido. Esa era una de tus rutinas: llegar, prender la computadora y escuchar noticias, para posteriormente realizar eficientemente tus labores.
*El miércoles pasado te despediste como todos los días. Recuerdo perfectamente cómo ibas vestido: pantalón de mezclilla, camisa a cuadros y chaqueta azul, muy al tono con tu camisa. Y como siempre te jugué la broma de a dónde sería la fiesta porque ese día te luciste en tu arreglo.
*Al otro día, llegamos y nos causó tanta extrañeza ver tu lugar vacío, lo primero que pensamos es que habías salido a platicar las noticas con Don Mada (el señor que vende refrescos), o que estarías en el baño, o que se te había ocurrido ir por algo para desayunar, pero lo que nos extrañó sobremanera fue el hecho de que tu computadora, esa que siempre prendías como por inercia, se encontraba totalmente apagada, y entonces nos empezamos a preocupar, y fue cuando Xochitl, nuestra compañera, te envió un mensaje por whatsapp para saber si te había ocurrido algo, sin embargo, nunca llegaste a contestarlo.
*No sabíamos lo que te había ocurrido, simplemente nos quedamos a la espera de tu contestación y con la preocupación de que algo malo ocurriera, ya que sabíamos que andabas tenso y preocupado con todos los cambios que se estaban efectuando al interior de la dependencia.
*De hecho, tú eras el más preocupado ya que de las actividades que llevabas realizando desde hacía muchos años, dos se te habían quitado para dárselas a los "nuevos", ello, sumado a lo declarado por las nuevas autoridades de que se iba a remover al personal que no tuviera una tarea específica, te puso muy nerviosos, muy tenso, y así me lo hiciste saber un día. Me dijiste: "¿Y ahora que vamos a hacer?, ¿A dónde nos van a mandar?".
*No aguantaste la presión que ejercieron, y la noche del miércoles caíste. Te dio un derrame cerebral a tus 44 años y con toda una vida por delante. Sabíamos que tenías problemas de salud porque desde pequeño los riñones te dieron "lata", pero eso sólo lo sabíamos tus amigos, tus cercanos, porque nunca faltabas al trabajo y siempre con tu eterna sonrisa; pero las presiones a las que estuviste expuesto los últimos días de tu vida te llevaron al desenlace fatal.
*Me duele tu partida amigo. Me duele ver la insensibilidad de algunas personas que indirectamente ocasionaron este desenlace. La vida no es poder ni dinero, es más. mucho más que eso. Desgraciadamente, en este mundo metalizado, los sentimientos, la sensibilidad y empatía están a punto de extinguirse. La gente actúa como si a ellos jamás les pasará algo así o similar. Yo creo en Dios y en el Karma. La justicia divina es la que pondrá todo en su lugar y en su justa medida.
*Sólo te adelantaste amigo Mario. Tengo la certeza que allá donde estás, te encuentras riendo como todos los días. Esa risa que envidiaba porque a pesar de los problemas siempre la traías en los labios, pocos sabían de tus preocupaciones porque nunca demostrabas tristeza.
*Compañero y amigo, ¿Ahora quién reirá por ti en las mañanas cuando yo llegue y encuentre tu lugar vacío?
