Estamos en plena época de campañas electorales, donde cada partido político suelta su mejor gallo al ruedo. Sin embargo, la preocupación por los animales a través de los años ha sido excluida del ámbito político. Sin duda si rechazamos el “especismo” debemos de superar esta exclusión.
La política debe tratarse de las metas de una sociedad, misma que incluya la empatía hacia los animales y pugnar por no discriminarlos, por la protección a sus intereses, defensa, ayuda, todo esto que hoy enaltecemos como bienestar animal, con frases como inclusión, esta maquinaria debe ponerse en marcha, desde ya.
¿ha escuchado usted de algún candidato alguna propuesta hacia los animales?
Seguimos con sobre población de animales en condiciones de maltrato y calle, seguimos con tracción a sangre en las periferias de la ciudad, seguimos con la venta indiscriminada de fauna silvestre, con las campañas fantasmas de vacunaciones antirrábicas y el peligro que esto implica, pues rabia es una enfermedad mortal. Con campañas de esterilización condiciones/áreas insalubres, ni que decir de los “albergues” que no son más que hacinamientos de mascotas de personas que caen en el síndrome de Noé.
Candidatos a los diversos cargos políticos, ¿dónde están su propuesta en este rubro?
O como los animales no votan ¿no tiene caso?
Cierto ellos no votan, pero sus dueños o tenores responsables ¡¡sí!! y el ciudadano empático con el bienestar animal con aquellos en condiciones de maltrato y calle, sí.
Y ese voto puede hacer la diferencia.
Solo los seres humanos adultos con ciertas capacidades intelectuales están calificados para votar; a los niños y a aquellos con diferencias intelectuales que los inhabilitan, no se les permite votar. Sin embargo, esto no implica que deban ser privados de los beneficios de las acciones institucionales, al contrario. Lo mismo puede y debe suceder con los animales, pueden ser beneficiados o perjudicados por las políticas públicas implementadas por las personas elegidas.
¡Si! perjudicados, pues hay quienes no tiene el perfil para determinados puestos, y por ende la ignorancia y empatía se hacen presentes.
La política animal no es : que lindo, que tierno, esta hermoso.
Deben establecerse salvaguardas de modo que las instituciones asuman el cuidado de los intereses de estos animales.
El que el destino de los animales descanse en nuestras manos es inevitable, y esto no debe no bebe de traducirse en que no hay esperanza para los animales. al contrario, por ellos siempre habrá razón y esperanza.
Para alcanzar un cambio legal y político importante para los animales probablemente la mejor manera sea cambiar las actitudes del ciudadano, de modo que abandone sus posturas especistas.
Para lograr un cambio político relacionado con los animales necesitamos aumentar la concientización acerca del especismo; y tener claro cual sera nuestro gallo.
Por una vida animal digna
Mvz, Amílcar J. Meza Rdguez.
El Arca Wameru.