A finales de abril, en el centro de rehabilitación “San José”, situado en la colonia Veracruz de Xalapa, ocurrió un trágico suceso que ahora es investigado por las autoridades, Andrés Hernández González, quien había sido ingresado al anexo el 29 de abril por decisión de su familia con la intención de ayudarlo a dejar el alcoholismo, perdió la vida apenas un día después de su llegada.
Según la información recabada por la Policía Ministerial, Delegación Xalapa, dos hombres identificados como Celedonio “N” y Jorge “N” fueron arrestados esta semana por su probable participación en el fallecimiento de Andrés. Ambos se encontraban internos en el mismo lugar, pero el encargado del centro les habría encomendado vigilar al recién ingresado.
El 30 de abril, otro de los internos descubrió el cuerpo sin vida de Andrés, lo que dio pie a la apertura de una investigación. Los primeros reportes indican que la víctima presentó una conducta alterada durante su estancia, gritando y mostrando signos de agitación. En lugar de acudir a personal capacitado o solicitar atención médica, los dos internos decidieron someterlo físicamente: lo ataron de pies y manos, obligándolo a mantener una postura forzada, y posteriormente le cubrieron el rostro con una manta. Esta acción aparentemente provocó que se asfixiara.
Los presuntos responsables fueron presentados ante un Juez de Control en los juzgados de Pacho Viejo, donde se les imputaron cargos relacionados con el delito de homicidio. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no ha precisado si también se abrirá una línea de investigación contra el centro “San José” por posibles actos de negligencia o falta de supervisión.
La muerte de Andrés Hernández ha puesto en evidencia los riesgos que enfrentan los pacientes en centros de rehabilitación que operan sin una regulación estricta. Este caso ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad de los internos en espacios donde, en lugar de recibir ayuda profesional, podrían estar expuestos a condiciones de abuso y maltrato.