Es un mito idea de que al pollo para poder desarrollarlo y mandarlo al mercado mexicano se le pongan hormonas y Anabólicos, afirmó María del Pilar Castañeda Consejera del Instituto Nacional Avícola.

Explicó que esta idea es una de las más arraigadas en las personas, porque hay un desconocimiento que viene incluso desde el sector médico.

"Que entiendan que por ejemplo cuando se utilizan implantes Anabólicos u Hormonas son productos que se requiere una larga vida, son productos que requieres al menos, 60 días el más rápido, que tiene efectos más rápido, o hasta 100, en el caso de hormonas son tratamientos más largos".

Destacó que cuando se usan esta clase de materiales sus efectos no se ven de forma inmediata, los 60 a 100 días son de espera, y el pollo para poder ser consumido, no dura ese tiempo.

"Si el pollo en nuestro país se consume a los 35 días, el más pequeño, que es el pollo rosticero, y la otra presentación que es de 49 días, no tenemos tiempo suficiente para que un producto anabólico tenga efecto, por lo tanto, no se han utilizado y nunca se utilizarán, porque no tendrían un beneficio económico".

Destacó que otra de las razones es porque las Hormonas y los Anabólicos son caros, y estás son tan solo una de las razones por las que no se usan para el crecimiento del animal.

María del Pilar Castañeda dijo que la idea surgió de productores de antaño que sospechan de que la producción de pollo sea más rápida que antes, pero esto está relacionado con la genética y con que hoy se tienen más formas de proteger al animal.

"El mejoramiento genético ha llevado a ir acortando los ciclos productivos, si el pollo tiene este material genético, y le sumas nutrición, le sumas manejo, le sumas medicina preventiva, claro que ahora se tiene un pollo con una productividad mayor comparada con hace 30, 40 años, pero la gente no entiende porqué y entonces asume el rápido crecimiento con el uso de otros productos".